Un ex oficial de seguridad ruso que desertó el año pasado le dijo a The Guardian sobre el estilo de vida paranoico de Vladimir Putin, confirmando detalles de una red de trenes secretos, oficinas idénticas en diferentes ciudades y una cuarentena personal rigurosa, seguida de un protocolo de seguridad capilar y sectorial.
Gleb Karakulov, quien se desempeñó como capitán del Servicio de Protección Federal (FSO), un poderoso organismo encargado de proteger a los funcionarios de más alto rango de Rusia, dijo que las medidas de seguridad fueron diseñadas para ocultar sistemáticamente el paradero del presidente ruso.
Putin, informó Karakulov, está "obsesionado con su vida".
El oficial dijo que el servicio de seguridad usa el tren secreto porque "no se puede rastrear en ningún recurso de información". Para corroborar la tesis, el organismo de investigación ruso Proyecto también habló de la existencia del tren altamente blindado y anónimo y de una red ferroviaria secreta, incluyendo líneas paralelas y estaciones cerca de las residencias de Putin en el parque nacional Valdai en Novo-Ogaryovo, y cerca de su residencia en Bocharov Ruchei en la localidad de Black Mar de Sochi.
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The Guardian también tuvo acceso a los documentos de la Centro de expedientes, una organización fundada por el multimillonario ruso exiliado Mijaíl Jodorkovski, donde se confirman las credenciales del oficial desertor Karakulov, clasificado en el servicio de seguridad de las personalidades rusas como ingeniero experto en comunicaciones cifradas.
Karakulov era miembro del "equipo de campo" de la Dirección de Comunicaciones, que encriptaba mensajes de altos funcionarios rusos y, según se informa, realizó más de 180 viajes con dignatarios.
En la entrevista, Karakulov llamó a Putin un “criminal de guerray aconsejó a sus compañeros oficiales dar un paso adelante en la divulgación de la información inconveniente a favor de la opinión pública.
“Nuestro presidente ha perdido el contacto con el mundo”, dijo el capitán, “ha estado viviendo en una campana de información durante los últimos dos años, pasando la mayor parte de su tiempo en sus residencias. Tiene un miedo patológico por su vida. Se rodea de una barrera impenetrable de cuarentenas y vacío de información. Solo le interesa su propia vida y la de su familia y amigos".
Karakulov luego describió el marco de seguridad que protege a Putin compuesto por bomberos, catadores de comida e ingenieros que viajan con Putin, en su mayoría al extranjero.
Putin no usa celulares ni internet, dijo Karakulov. “Recibe información solo de su círculo más cercano, por lo que vive con un profundo vacío de información”. Putin está perpetuamente en cuarentena y requiere que todo el personal que trabaja en la misma habitación que él se someta a una cuarentena rigurosa de al menos dos semanas, limitando al máximo la cantidad de personas que tienen contacto personal con él.
Karakulov luego dijo que Putin usa oficinas idénticas a San Petersburgo, Sochi y Novo-Ogaryovoy que yo los servicios secretos utilizaron caravanas falsas y aviones señuelo para simular su partida, para engañar a la inteligencia extranjera y confundir a los posibles bombarderos.
Karakulov también describió su arriesgado vuelo a Occidente durante la visita de Putin a Kazajstán.. Su esposa e hija llegaron en secreto a la capital, Astana. Karakulov con una estratagema dijo que se sentía mal al dejar el lugar de las reuniones oficiales para luego reunirse con su familia en el aeropuerto y abordar un vuelo directo a un país occidental. Hoy Karakulov es buscado en Rusia y ha sido incluido en la base de datos de sospechosos criminales del Ministerio del Interior ruso.