El reconocimiento facial y emocional, el futuro de Smartphone

El recién lanzado Galaxy Note 8 ha recibido críticas muy positivas, que nos han hecho olvidar el desorden del Note 7, en la raíz de una de las crisis más duras de la historia de Samsung. Sin embargo, hay un problema: el reconocimiento facial, que es mucho menos sofisticado de lo que es razonable pensar. Ya sea una huella dactilar o un rostro, la razón por la que se utilizan estos sistemas de desbloqueo es precisamente su vínculo inseparable con el usuario: si se puede robar una contraseña, no se puede hacer lo mismo con la voz o el caracteristicas. Bueno, según una prueba realizada por el desarrollador y experto en UI Mel Tajon, una fotografía es suficiente para engañar al reconocimiento facial del dispositivo surcoreano. Lo cual sería paradójico, porque en este punto una simple contraseña sería mucho más segura que recurrir a una imagen encontrada sin demasiado esfuerzo, quizás del perfil de Facebook o Instagram del legítimo propietario. Sí, porque incluso las imágenes de baja resolución, según el experimento de Tajon, son suficientes para desbloquear el teléfono.

Por supuesto, el reconocimiento facial no es obligatorio, y es posible salvaguardar la seguridad de tu Note 8 usando tu huella digital, retina o la contraseña clásica. El iPhone 8 (o iPhone Edition: el nombre solo se conocerá en el momento de su presentación, el próximo 12 de septiembre) en cambio se ha centrado mucho en el reconocimiento facial, incluso con un retraso considerable en comparación con la competencia, según los maliciosos, precisamente para dejar el pasos en falso para otros en una tecnología tan inmadura. Desde hace al menos seis años, los teléfonos Android cuentan con un sistema de desbloqueo de smartphones mediante reconocimiento facial, pero el riesgo, como hemos visto, es que se den casos como el del Note 8. Apple ha adquirido dos empresas de este sector, como suele hacer ahora cuando identifica startups prometedoras: RealFace y PrimeSense, establecidas gracias a la tecnología desarrollada para el Kinect de la XBox de Microsoft. Dado que, según los expertos, el sistema de reconocimiento de huellas dactilares en los nuevos iPhones es el más avanzado actualmente en el mercado, es probable que incluso para aquellos que quieran acceder a los contenidos de su dispositivo mostrando su rostro, Apple lo tiene reservado, si no otro, un enfoque más seguro e intuitivo. Prueba de ello es que el reconocimiento facial no es considerado confiable por la propia Samsung, que lo considera más una conveniencia para el usuario pero no una alternativa a los sistemas de seguridad "reales", tanto que no es posible utilizarlo para Pagos de Samsung Pay; Por el contrario, neto de sorpresas, Apple parece pretender vincular esta tecnología a los pagos realizados a través de Apple Pay, demostrando una fe notable en la inviolabilidad del sistema, un episodio negativo sería suficiente para provocar un verdadero desastre en términos de comunicación y marketing. Sin embargo, las perspectivas del reconocimiento facial son muchas, y ciertamente no se limitan a la seguridad del dispositivo o al control de acceso. Disney, por ejemplo, está experimentando con un enfoque de aprendizaje profundo de la inteligencia artificial que puede registrar las reacciones de los espectadores a una película. El planteamiento, basado en autocodificadores variacionales factorizados (Fva), tras unos minutos de observación nos permite predecir con sorprendente precisión -según los ingenieros de Disney- las expresiones faciales del espectador durante el resto de la película. Este es un problema típico de big data (en total se recopilaron 16 millones de puntos de 3.179 espectadores) donde el enfoque de aprendizaje profundo, que explota las redes neuronales, permite identificar automáticamente patrones significativos. Para un optimista, esta podría ser una excelente manera de guiar a los estudios a traer historias más interesantes a la pantalla, evaluando la aparición de emociones que entran en conflicto con lo esperado; por otro lado, sin embargo, el riesgo es sacrificar la creatividad y lo inesperado en nombre de una risa segura o una lágrima en el momento oportuno. Sin embargo, no es la primera vez que la industria del entretenimiento visual se ha centrado en el reconocimiento facial: la tecnología AdBeacon de la estadounidense AdMobilize, por ejemplo, ha desarrollado un sistema capaz de interpretar el rostro de quienes miran una pantalla y derivan variables, como raza, sexo y edad, para luego transmitir contenido publicitario adaptado al target. Rostros para redes sociales y pagos: los casos de Polygram y KFC Polygram es, por otro lado, una nueva red social, otro intento más de irrumpir en un mercado ya en gran parte saturado, basada precisamente en el reconocimiento facial: la cámara del teléfono inteligente de un miembro identifica la expresión y sugiere un emoji (o un gif animado) para usar como comentario. Gracias a esta tecnología, Polygram promete más posibilidades de efectos especiales, Snapchat (orejas y nariz de perro o similares que todos hemos experimentado tarde o temprano) gracias a algoritmos gráficos más avanzados.

¡Bienvenido al futuro!

 

 

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