Respecto a 2019, el sobrecoste en el que incurrirán las empresas italianas este año por la subida del precio de las tarifas eléctricas asciende a casi 36 millones de euros. De hecho, en 3 años, el costo de las facturas de electricidad para las empresas casi se ha duplicado. Una subida alarmante que, sumada a la subida del precio del gas, obligará a muchas empresas, al menos temporalmente, a cerrar sus plantas de producción.

Los cálculos fueron realizados por la Oficina de Estudios de CGIA que, para el año en curso, asumió un consumo total de electricidad por parte de las empresas igual al registrado en 2019 (año pre-Covid). Además, se ha estimado una tarifa eléctrica media para las empresas de 2022 € por MWh para 150. Este umbral se determinó ya que en los primeros 5 días de este nuevo año la tarifa cayó por debajo de los 200 euros el MWh. Cabe destacar, además, que las principales instituciones esperan una reducción progresiva (aunque no muy rápida) a lo largo de 2022. Por último, cabe recordar que el pasado mes de diciembre el precio medio de la electricidad para las empresas había alcanzado los 281 € el MWh (media 2021 igual a 125,5 € por MWh).

A nivel territorial, las mayores subidas de precios afectarán a las empresas ubicadas en Lombardía: respecto a 2019, el incremento en el coste de la electricidad será igual a 8,5 millones de euros. Inmediatamente después vemos el Véneto con un coste adicional de 3,9 millones de euros, Emilia Romagna con 3,5 millones e inmediatamente después Piamonte con 2,9 millones de euros. Dado que las actividades económicas se concentran principalmente en el Norte, las actividades de esta división sufrirán el monto global de los incrementos más importantes. Frente a un incremento que, como decíamos, será de casi 36 mil millones a nivel nacional, 22 (equivalente al 61 por ciento del total nacional) afectarán a las empresas del norte.

Los sectores más “afectados” serán, al menos teóricamente, los que registren el consumo eléctrico más importante. En referencia a los datos de consumo eléctrico de 2019, son:

• metalurgia (acerías, fundiciones, herrería, etc.);

• comercio (tiendas, comercios, centros comerciales, etc.);

• otros servicios (cines, teatros, discotecas, lavanderías, peluquerías, esteticistas, etc.);

• alimentos (fábricas de pasta, fábricas de jamón, panaderías, molinos, etc.);

• hoteles, bares y restaurantes;

• transporte y logística;

• química.

Para hacer frente a esta situación, según CGIA, se debe implementar una estrategia europea común a medio plazo para estabilizar el precio del gas en el mercado, estandarizando las condiciones de suministro y reduciendo así los diferenciales de precios entre los países miembros. Con la esperanza de que este incendio termine en la primera parte de 2022, la situación debe abordarse de inmediato con medidas urgentes. Según la Oficina de Estudios de la CGIA, de hecho, el Gobierno debería incrementar los recursos ya puestos a disposición con la Ley de Presupuestos 2022, poniendo al menos 1 millones de euros mensuales a disposición de las empresas hasta el próximo mes de junio para calmar los aumentos de tarifas.

Nota metodológica

Las estimaciones se construyeron a partir de los datos de consumo energético de las empresas en 2019 (el año anterior a Covid), asumiendo para el año en curso (2022) el mismo consumo que en 2019.

La estimación de la factura de la luz de las empresas en 2019 (igual a 36 millones de euros netos de IVA) es el resultado de un cálculo que tiene en cuenta los precios medios ponderados por clase de consumo energético obtenidos de la base de datos de Eurostat para usuarios no domésticos en semestralmente.

La estimación de los costes de electricidad correspondientes a 2022 se construyó asumiendo, para 2022, un Precio Único Nacional (PUN) medio igual a 150 euros por MWh; el PUN es el precio de referencia de la electricidad registrado en la Bolsa de Energía de Italia y es monitoreado por las estadísticas de GME (Gestore dei Mercati Elettrici); en esta estimación, tal incremento respecto a 2019 (+ 187% para el PUN que en el año pre-Covid se situó en 52 euros por MWh), se traduce en un crecimiento porcentual "ligeramente" menor en la factura eléctrica de las empresas que en cualquier caso caso se duplicaría (+ 100%) alcanzando los 72 millones de euros ya que el incremento en el precio de la materia prima impacta en parte y no en la totalidad del coste de la factura (que incluye también marketing, transmisión, cobros, márgenes, etc.). 

La previsión de un precio medio de 150 euros por MWh para 2022 es superior al precio medio de 2021 (125 euros por MWh), año que se ha caracterizado sin embargo por la escalada de precios en el último trimestre con valores que rompió abundantemente 200 euros por MWh; incluso 281 euros por MWh en diciembre de 2021.

En esta obra se eligió un precio medio de 150 euros el MWh ya que en los primeros días de enero de 2022 el precio cayó por debajo de los 200 euros el MWh y que las principales instituciones prevén una progresiva (aunque no muy rápida) reducción de precio durante 2022. No obstante, En la hipótesis adversa de un precio medio de 200 euros el MWh en 2022, el impacto en las empresas sería aún más dramático con una factura de luz que superaría los 90 millones de euros (+ 150% respecto a 2019).

Aumento del precio de la electricidad: este año las empresas pagarán casi 36 millones más