Según fuentes oficiales iraníes, el ejército iraní ha anunciado el envío de su fragata al Golfo de Adén "para proteger la navegación marítima" en la desembocadura del Mar Rojo.
El almirante Habiballah Siari, Jefe de Estado Mayor del Ejército iraní citado por la agencia Irna, dijo que "la fragata Sanhad llegó en realidad al Golfo de Adén en su primera misión a largo plazo" en esas aguas, y agregó que el buque de guerra “Estará acompañado de un porta-helicópteros”, explicando que “el objetivo de esta misión es garantizar la navegación marítima iraní en aguas abiertas”.
Mientras tanto, continúa la labor internacional del presidente iraní, Jassan Rohani, quien, en un discurso televisado en directo pronunciado tras la visita de ayer de su ministro de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, a Biarritz al margen del G7, declaró: "Creo que por el interés nacional del nuestro país debemos utilizar todas las herramientas. Si supiera que tengo una reunión con alguien que pueda traer prosperidad a mi país y solucionar los problemas de mi gente, no lo dudaría ”.
Durante el G7, el presidente iraní también se reunió nuevamente con el presidente francés Emmanuel Macron.
La intervención de Rohani apunta en particular a defender a su ministro y los esfuerzos diplomáticos de su gobierno de las acusaciones de los ultraconservadores, que denuncian las aperturas al diálogo con Occidente sobre el acuerdo nuclear.
Diferentes opiniones expresadas por los medios sobre la visita de Zarif a Biarritz, mientras que el diario Kayhan criticó duramente la visita de Zarif, acusándolo de haber enviado "un mensaje de debilidad y desesperación" al reencontrarse con Macron tras el cara a cara del pasado viernes en París. El optimismo fue expresado por Etemad, quien tituló la reunión como un "momento de mayor esperanza" para una resolución de la crisis del acuerdo nuclear de la retirada unilateral de Estados Unidos en mayo de 2018.