Gran Bretaña está buscando ayuda de otros países europeos para tomar medidas contra las redes de espionaje rusas que podrían prepararse para ataques similares al ataque nervioso a un exespía ruso en Inglaterra.
La primera ministra británica, Theresa May, instará a una acción conjunta entre los estados de la Unión Europea, en la próxima cumbre de Bruselas el jueves, donde también se intentará persuadir a los líderes de los países miembros para que condenen directamente a Rusia por el ataque a Salisbury.
"Rusia ha protagonizado un ataque descarado e imprudente contra el Reino Unido", dijo May a los periodistas a su llegada a la cumbre.
"Está claro que la amenaza rusa no respeta las fronteras nacionales y el incidente de Salisbury fue un claro acto de agresión rusa contra Europa y sus vecinos".
Rusia es acusada del primer uso ofensivo conocido de una toxina nervina en Europa desde la Segunda Guerra Mundial después de Sergei Skripal, un ex doble agente ruso, y su hija fue encontrada inconsciente en un banco público en la ciudad inglesa en 4 en marzo pasado.
En la peor crisis entre las dos potencias desde la Guerra Fría, May expulsó a 23 diplomáticos rusos que, según la inteligencia británica, eran espías que trabajaban encubiertos en Reino Unido. Moscú, que negó su participación en el ataque, tomó idénticas medidas de represalia, condenando la actitud hostil británica y el hecho de que no le permitió participar en la investigación, como exige el derecho internacional, ya que había fallecido un Ciudadana rusa, hija de Skripal.