Rusia conquistará África, mientras Washington se ahoga

Rusia, a la par de China, es muy activa en África. Armas y asistencia logística, esta es la moneda de cambio con los países africanos para acceder a los recursos minerales y energéticos y la influencia política territorial. Los países donde Rusia está interfiriendo activamente son Libia, Sudán, Malí, Níger, Chad, Burkina Faso, Mauritania, Mozambique, Angola. Según lo escrito por Paolo Mastrolilli, corresponsal de La Stampa en Nueva York, la alarma fue informada por el "New York Times" justo antes de la cumbre de la OTAN que se realizará esta semana en Washington.

Lo que había escrito el New York Times ya había sido planteado en los últimos meses por el asesor de seguridad nacional John Bolton y por el jefe del Comando de África, el general Thomas Waldhauser.

El general Waldhauser dijo al Congreso que "Rusia representa un desafío creciente y ha optado por un enfoque más militarista de África". Bolton añadió que "el Kremlin sigue vendiendo armas y energía a cambio de votos a la ONU, que mantienen a los dictadores en pie y socavan la paz, la seguridad y los intereses de los africanos".

En Libia, Rusia apoya al generalísimo Kalifa Haftar. En la República Centroafricana, Moscú no solo entrena tropas locales, sino que ha enviado a Valeriy Zakharov como asesor de seguridad del gobierno de Bangui. En Sudán, Putin apoya a Bashir a cambio de acceso a puertos en el Mar Rojo, mientras que la primavera pasada también los países francófonos con una fuerte presencia de la ONU como Mali, Níger, Chad, Burkina Faso y Mauritania han pedido ayuda al Kremlin para luchar contra ISIS y Al Qaeda. En algunos casos se utilizan tropas mercenarias, como las proporcionadas por el Grupo Wagner, que en Siria se había enfrentado con soldados estadounidenses. Las infiltraciones se extienden a Angola, Mozambique, Guinea, Burundi, Madagascar, con las cuales Moscú ha firmado acuerdos de cooperación militar. Argelia, Egipto y Túnez también compran sus armas y cazas SU-35.

 

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