La cumbre de Salzburgo para discutir sobre el Brexit y la inmigración demostró una vez más que una Europa unida es solo un espejismo.
Al final de la cumbre, Emmanuel Macron dictó su línea "Los países que no quieran fortalecer Frontex se irán de Schengen.". La referencia es clara para los países de Visegrad e Italia, escépticos ante la propuesta de Jean-Claude Juncker sobre el fortalecimiento de la Guardia de Fronteras de la UE.
El texto de la propuesta legislativa también prevé penalizar a los países que no acepten la ayuda de Frontex. De hecho, el artículo 43 establece que, en caso de emergencia, la Comisión tiene el poder de enviar hombres de la guardia de fronteras de la UE a un estado. Bruselas puede ordenar la suspensión de Schengen, en las fronteras del país que no permite la entrada.
“Las tensiones actuales, dice Macron, son provocadas por aquellos (claro la referencia a Italia) que no respetan el derecho humanitario y el derecho internacional del mar, con la negativa de los barcos a atracar en sus puertos, que se consideran seguros y más cercanos”. .
Macron también habla de Brexit. “Salir de la UE no es tan fácil, pero sobre todo tiene consecuencias, como la falta de acceso al mercado único de la UE para Londres. O la expulsión de Schengen para Italia y el recorte de fondos estructurales para Hungría que se niega a aceptar refugiados ”.
Solidaridad flexible
"Aquellos que no quieran participar en la redistribución de los migrantes podrían elegir, alternativamente, contribuir de una manera diferente, con mayores contribuciones financieras, o enviando más hombres a la misión de Frontex".
Solución que a los países de Visegrad no les importa. El primer ministro Giuseppe Conte también podría estar de acuerdo en principio. Macron ha insinuado que le gustaría poner fin al asunto antes de las próximas elecciones europeas. La Merkel, por su parte, expresó sus dudas, "la solidaridad flexible no me convence"..