Escudo penal para la aplicación de la ley, el Gobierno evalúa nuevas garantías: "tensiones mayoritarias"

El gobierno trabaja en una ley que garantice mayor protección jurídica a las fuerzas policiales en el ejercicio de sus funciones, abordando un tema que ha suscitado un acalorado debate político. El objetivo es superar el automatismo actual que conduce a la inscripción inmediata en el registro de sospechosos en caso de actos urgentes, como ocurrió con el mariscal Masini de los Carabinieri que intervino en Nochevieja contra un hombre armado que había apuñalado a cuatro personas. La intención, según el ministro de Justicia, Carlo Nordio, es crear una ley de garantía válida para todos, que evite intervenciones rápidas y aborde con cautela una cuestión tan delicada.

Las tensiones en el seno de la mayoría surgen paralelamente a las críticas de la oposición, que rechaza la idea de un escudo criminal para las fuerzas del orden. La secretaria del Partido Demócrata, Elly Schlein, definió cualquier norma que cree un trato jurídico desigual como "inaceptable", subrayando que la ley debe ser la misma para todos. La asociación Antigone ha expresado su preocupación por un posible riesgo de abuso relacionado con posibles inmunidades.

A nivel técnico, la norma aún está en fase embrionaria y no existe un texto definitivo. El objetivo es evitar su introducción apresurada, quizás como una enmienda al proyecto de ley de Seguridad, que ya incluye cambios controvertidos. Entre ellas se incluyen la detención de mujeres con hijos menores en prisión y la prohibición de que los inmigrantes irregulares compren tarjetas telefónicas. El Gobierno ha decidido someter estas medidas a una tercera lectura en el Parlamento, aceptando las conclusiones del Quirinal.

En el Consejo de Ministros, el Primer Ministro reiteró la necesidad de mantener el equilibrio dentro de la mayoría, intentando contener la resistencia de la Liga, que inicialmente se opuso a la tercera lectura del proyecto de ley de Seguridad. El Primer Ministro subrayó los resultados obtenidos en el ámbito migratorio, con una reducción de las entradas irregulares en Europa al nivel más bajo desde 2021, según datos de Frontex, y elogió el trabajo en equipo del gobierno.

También se discutió la cuestión de la protección de la policía a la luz del caso Ramy, con declaraciones de apoyo al comportamiento de los policías involucrados. Giovanni Donzelli (FdI) reiteró que el objetivo no es conceder inmunidad indiscriminada a las fuerzas policiales, sino permitirles actuar con mayor serenidad.

La oposición, sin embargo, sigue siendo crítica y acusa al gobierno de querer introducir privilegios legales para quienes visten uniforme. Mientras tanto, la reforma constitucional sobre la separación de las carreras de los magistrados avanza hacia su primer voto favorable en la Cámara, añadiendo un capítulo más al debate sobre la justicia y las garantías jurídicas.

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