Siete reglas a seguir para mejorar la estrategia de finanzas corporativas

(Giovanni Mazzucato, líder de proyecto de Axiante)

En los últimos años, el papel del director financiero (CFO) ha cambiado profundamente. La imagen del director financiero de una empresa como un mero analizador de números, desvinculado de los matices de las divisiones operativas, está tan alejada de la realidad de las finanzas corporativas modernas como los libros de contabilidad en papel, las calculadoras mecánicas y las tarjetas perforadas. 

Las tareas históricas de la función financiera, como los libros y registros, los informes financieros y el cumplimiento normativo, siguen siendo importantes, pero ahora se consideran “tareas centrales” del director financiero. Anteriormente limitado a generar datos financieros históricos y proporcionar informes de rutina, hoy el CFO orienta la dirección y el éxito de la organización en la que trabaja, utilizando su conocimiento y comprensión de la situación financiera de la empresa. 

De hecho, con el aumento del rigor regulatorio y las turbulencias del mercado, las funciones del CFO se han ampliado hasta tal punto que su figura es decisiva a la hora de identificar y mitigar los peligros que podrían comprometer la estabilidad y la reputación de la empresa. Esta responsabilidad ampliada allanó el camino para una colaboración más estrecha con otros departamentos y requirió un control total de uno de los elementos básicos que subyacen al papel del CFO: la consolidación financiera.

Para maximizar la eficiencia del proceso, el director financiero debe equiparse con la tecnología adecuada, garantizar la precisión y el cumplimiento de los informes financieros y proporcionar información para respaldar los objetivos comerciales estratégicos. En otras palabras, debe definir una estrategia financiera que se pueda resumir en siete reglas de oro.

1. Estandarizar los datos en toda la organización

Un obstáculo común en la consolidación financiera es la gestión de datos con diferentes formatos, monedas y políticas contables. La estandarización de estos elementos garantiza que el proceso de consolidación sea fluido y preciso. Si bien mantener las diferencias con respecto al estándar del grupo no es muy costoso, aún es necesario gestionar las diferencias mapeándolas con frecuencia para evitar errores en el proceso mensual de consolidación financiera, gerencial o estatutaria.

2. Adopción de software de consolidación financiera maduro

La gestión de la consolidación financiera mediante hojas de cálculo o sistemas heredados es ahora un recuerdo lejano en la mayoría de las empresas. El software actual es capaz de interceptar asignaciones faltantes entre cuentas locales y cuentas de grupo, gestionar automáticamente las conversiones de moneda, volver a proponer asientos de diario recursivos y ajustes de consolidación, simplificando todo el proceso. El seguimiento del progreso de los contribuyentes también permite al director financiero vigilar la situación y poder tomar medidas correctivas si es necesario.

3. Mejorar la conciliación entre empresas

Las transacciones entre empresas pueden complicar el proceso de consolidación y generar discrepancias que tardan mucho en resolverse. El director financiero debe implementar procedimientos de conciliación rigurosos para garantizar que estas transacciones se registren y eliminen con precisión en el proceso de consolidación, utilizando cuentas intercompañías dedicadas y monitoreándolas constantemente para corregir rápidamente cualquier discrepancia.

4. Garantizar el cumplimiento normativo

Dado que las regulaciones financieras evolucionan continuamente, el director financiero debe garantizar que los procesos de consolidación cumplan con los estándares y regulaciones recientes, como los requisitos GAAP, IFRS y Sarbanes-Oxley Act. Mantenerse informado sobre estos cambios y comprender sus implicaciones en los informes financieros es fundamental: el cumplimiento no solo evita sanciones legales, pero también garantiza la confiabilidad e integridad de los estados financieros.

5. Simplifique la recopilación y validación de datos

Recopilar datos financieros de diferentes fuentes es intrínsecamente complejo, pero hoy es posible automatizar el proceso para recopilar datos de manera eficiente y consistente. Introducir controles de validación antes de que los datos entren en el proceso de consolidación es igualmente importante para garantizar su precisión e integridad, minimizando el riesgo de errores y la necesidad de realizar cambios más adelante en el proceso.

6. Promover una cultura de mejora continua

Precisamente porque el panorama financiero y el proceso de consolidación en sí están en constante evolución, el director financiero debe promover una cultura dentro de la empresa en la que se solicite retroalimentación periódicamente y los procesos se evalúen continuamente para mejorarlos. Esto significa no sólo estar al tanto de los avances tecnológicos, sino también adoptar mejores prácticas y realizar mejoras continuas en el proceso de consolidación.

7. Invertir en formación y desarrollo

La eficacia del proceso de consolidación depende en gran medida de las habilidades del equipo. El director financiero debe invertir en programas regulares de capacitación y desarrollo para garantizar que los equipos se mantengan actualizados y conscientes de las últimas prácticas de consolidación financiera, los nuevos requisitos regulatorios y las funciones de software más actualizadas. Esta inversión no sólo mejora la eficiencia del proceso, sino que también contribuye a la satisfacción y retención de los empleados.

En conclusión, la consolidación financiera es un proceso complejo pero crucial para las organizaciones. Al implementar estas pocas reglas, el director financiero puede mejorar significativamente la eficiencia, la precisión y el valor estratégico de su esfuerzo de consolidación financiera y garantizar que la organización siga siendo competitiva y financieramente sólida.

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