El gobierno de Corea del Sur reitera una vez más la necesidad de planificar la ayuda humanitaria a los sectores más desfavorecidos de la población de Corea del Norte, a pesar de penas severas que afectan a la Pyongyang real.
Baik Tae-hyun, portavoz del Ministerio de Unificación, durante una conferencia de prensa explicó que el envío de ayuda "debe permanecer independiente de la situación política", también aseguró que la posición adoptada por el gobierno de Seúl es ampliamente compartida de la comunidad internacional.
Las palabras del portavoz llegan tres días antes de que Corea del Sur decida si aprueba o no el envío de unos 8 millones de dólares en ayuda alimentaria destinada principalmente a mujeres y niños, canalizada a través de agencias de la ONU. Rumores discordantes provienen de una parte del gobierno de Corea del Sur, especialmente de la oposición conservadora, que han expresado su preocupación en un momento en que la comunidad internacional ha endurecido su postura hacia el régimen de Pyongyang en un intento por frenar su programa de desarrollo de la guerra.