La seguridad de Kabul confiada al grupo Haqqani, que siempre ha estado cerca de al Qaeda

Algunos de los principales líderes talibanes se están reuniendo en Kabul estos días para discutir la formación de un nuevo gobierno afgano. Un representante del grupo terrorista más temido del país, conocido como Red Haqqani.

Los Haqqani han sido acusados ​​de llevar a cabo los ataques más sangrientos de los últimos años, que resultaron en la muerte de civiles, funcionarios gubernamentales y fuerzas militares extranjeras. Los Haqqani son responsables del ataque al Hotel Serena en 2008, el de la base estadounidense ubicada en Khost con una decena de terroristas suicidas, en 2012, y el que tuvo lugar en 2017 cerca de la embajada de Alemania con un camión bomba que mató 96 personas. A pesar de su reputación, ellos también serán parte del nuevo régimen en Afganistán.

El grupo fue fundado por Jalaluddin Haqqani y se distinguió en la década de 80 en la yihad contra la ex Unión Soviética. En ese momento eran un activo valioso para la CIA y Pakistán, quienes les proporcionaron dinero y armas.

Después de la retirada soviética de Afganistán, Jalaluddin Haqqani ha forjado lazos con yihadistas extranjeros, incluidos los de Al-Qaeda que perteneció a Osama Bin Laden. El propio Osama bin Laden se entrenó en un campamento dirigido por Haqqani. La Red Haqqani y Al Qaeda, de hecho, dirigieron conjuntamente campos de entrenamiento en Pakistán.
Según un informe estadounidense de enero de este año, los dos grupos intentaban formar una unidad conjunta e integrada.

Hoy, el grupo Haqqani, con la aprobación de la OTAN y los EE. UU., Está a cargo de la seguridad de Kabul, incluida la zona del aeropuerto. En esencia, manejan el destino de miles de civiles occidentales y colaboradores de la coalición afgana.

En este sentido, el aspecto según el cual el actual jefe del grupo, Khalil al-Rahman Haqqani, fue incluido en la lista de terroristas globales por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y las Naciones Unidas.

Todo esto, sin embargo, contrasta con el acuerdo firmado el 29 de febrero de 2020 en Doha entre la administración estadounidense y los talibanes, que se habían comprometido a luchar contra otras formaciones terroristas en Afganistán, entre ellas al Qaeda y el ex Isis.

Extracto del acuerdo de Doha de 29 de febrero de 2020

La seguridad de Kabul confiada al grupo Haqqani, que siempre ha estado cerca de al Qaeda