Silvia Romano ya no sabe nada de 20 en noviembre 2018, cuando fue secuestrada en el pueblo de Chakama, 80 a kilómetros de Malindi, Kenia. Han pasado más de cien días desde ese momento, pero todo está en silencio. Después de una primera ola de noticias e hipótesis sobre la identidad de los secuestradores y las posibles razones que podrían haberlos empujado a secuestrar a los veintitrés milaneses, nada se ha aprendido. Después de meses de silencio, el manifiesto arriesga una hipótesis: ¿se están llevando a cabo negociaciones secretas entre el gobierno italiano y el grupo yihadista Al-Shabaab?
Las primeras posibilidades sobre el secuestro fueron las de un secuestro relámpago a manos de una banda de delincuentes locales. Sin embargo, la policía de Kenia no logró obtener la colaboración esperada de los clanes familiares del valle del río Tana, un área de más de 40 kilómetros cuadrados donde se cree que se esconde Silvia Romano. Esta noticia se remonta al 21 de enero, pero desde entonces no se ha sabido nada más. La única noticia, no muy tranquilizadora, es que el comandante de la Policía Local ha dejado el mando de operaciones.
Para echar una sombra más sobre el caso de Silvia Romano, están los tres buscados por la policía. Como informa Wired, se les han colocado tamaños importantes, pero uno habría muerto hace meses, mucho antes del secuestro. Luego hay otra consideración: si el secuestro tuviera un origen económico, habría tenido que resolverse rápidamente con el pago de un rescate. Sin embargo, ni siquiera sabemos si se pidió un rescate. El manifiesto de Fabrizio Floris de il aventura una hipótesis preocupante. Puede haber una negociación secreta entre el gobierno italiano y el grupo yihadista al-Shabaab para liberar a Silvia Romano. De hecho, el grupo yihadista podría haber recriminado al gobierno italiano la reconstrucción de que los italianos están en Mogadiscio, capital de Somalia. Para al-Shaabab sería una nueva forma de colonialismo. Según esta hipótesis, Silvia Romano solo podría ser liberada si los italianos abandonaran la ciudad, recientemente víctima de un ataque terrorista en el que al menos 29 habrían muerto personas.