El 18 de abril, la Administración Biden anunció una moratoria unilateral sobre las pruebas de misiles antisatélite, invitando a otras naciones que operan en el espacio a seguir la iniciativa.
El vicepresidente Kamala Harris anunció la prohibición de realizar tales pruebas para los Estados Unidos, luego de las pruebas realizadas en los últimos años por Rusia, China ed India que han destruido sus propios satélites en órbita, creando peligrosas nubes de escombros que permanecerán en el espacio durante décadas.
"En pocas palabras, estas pruebas son peligrosas y no las realizaremos.Dijo durante un discurso desde la base de la fuerza espacial Vandenberg en California. "Somos la primera nación en hacer tal compromiso.". El riesgo de que los conflictos humanos se extiendan al cosmos está aumentando a medida que el mundo se vuelve cada vez más dependiente de los satélites para comunicarse, navegar y llevar la vida diaria. Muchas naciones, fuerzas armadas y empresas han explotado las nuevas tecnologías espaciales, obtener más competitividad en la Tierra y contaminar el espacio no conviene a nadie.
Las pruebas de armas antisatélite (ASAT) se remontan a los primeros días de la Guerra Fría. Sin embargo, durante la última década, Estados Unidos, Rusia y China han desarrollado sofisticados arsenales antisatélite diseñados para hacer que los satélites sean sordos, mudos y ciegos en el espacio. Los misiles son el arma espacial más conocida, pero varias naciones han desarrollado otras medidas que incluyen láseres, capacidades de interferencia sutil, ataques cibernéticos y naves espaciales maniobrables diseñadas para engañar, interrumpir, negar, degradar o destruir los sistemas espaciales de otras naciones.
A pesar de estos avances, todavía existen pocas reglas aplicables a la actividad militar en el espacio.
El Tratado del Espacio Exterior de 1967 prohíbe a los países desplegar "armas nucleares o cualquier otro tipo de arma de destrucción masiva" en el espacio. Según los analistas, el Tratado debe ser revisado porque en el momento de su redacción no preveía el rápido desarrollo de la tecnología actual.
Mantener bajo control la proliferación de tales armas es esencial para evitar una catástrofe internacional, ya sea intencional o accidental. Hasta hace poco, el espacio era visto como un dominio pacífico. Se pensaba que muchos satélites, como la constelación GPS, estaban demasiado lejos y eran demasiado caros para apuntar. Pero la creciente tecnología de misiles de hoy los ha puesto dentro de su alcance.
Esta nueva realidad fue uno de los principales factores que favorecieron la creación en 2019 de la Fuerza espacial como un nuevo ejército estadounidense. Si bien la asociación entre Estados Unidos y Rusia en el espacio ha trascendido tradicionalmente las tensiones políticas terrestres, incluso durante la Guerra Fría, la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha generado nuevas tensiones entre los programas espaciales de los dos países.
Dmitry Rogozin, jefe del programa espacial ruso, ha amenazado con retirarse de la Estación Espacial Internacional y dejar de suministrar motores de cohetes a empresas estadounidenses.