Sobre inteligencia artificial

(por Rosangela Cesareo, Jefa de Relaciones Institucionales AIDR) Tradicionalmente, se necesitan años para aprender a formular un diagnóstico médico. Incluso para los profesionales mayores, hacer un diagnóstico suele ser un proceso largo y complicado. Sin embargo, donde la información de diagnóstico se puede digitalizar, las máquinas pueden ayudar a aliviar la carga. La ventaja de un algoritmo es que puede sacar conclusiones de los datos en una fracción de segundo. Además, a diferencia de un experto "humano", las habilidades de aprendizaje automático (ML) teóricamente pueden reproducirse indefinidamente.

La inteligencia artificial está cambiando el papel de los médicos.

A nivel mundial, se estima que la aplicación de inteligencia artificial duplicará el crecimiento económico para 2035.

La inteligencia artificial también se utiliza para resolver problemas sociales complejos, como el cambio climático, la atención médica y la pobreza alimentaria.

En este escenario, uno piensa inmediatamente en una supresión de puestos de trabajo, en la que solemos pensar cuando se trata de automatización, pero la realidad es bastante diferente.

La mayor parte de la revolución generada por la IA resultará en cambios de roles, tareas y una distribución diferente del trabajo. Por ejemplo, el médico no será necesariamente reemplazado por un robot. Según un estudio reciente publicado en PeerJ, “los sistemas basados ​​en IA conducirán a un aumento de médicos y es poco probable que reemplacen la relación tradicional médico-paciente”.

Veremos la entrada de la inteligencia artificial en un número cada vez mayor de trabajos administrativos. Pero, como en todas estas revoluciones, surgirán nuevos puestos de trabajo.

Las capacidades de las máquinas pueden mejorar las habilidades humanas, no limitarlas.

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