El gobierno danés retiró al embajador iraní y acusó a los servicios de inteligencia de la República Islámica de organizar una operación para asesinar a una persona en suelo danés. Funcionarios del gobierno danés también dijeron que Copenhague buscará imponer más sanciones económicas y diplomáticas a Teherán, en coordinación con la Unión Europea. Las acusaciones contra Irán se dieron a conocer durante una conferencia de prensa en la capital danesa, encabezada por Anders Samuelsen, el ministro de Relaciones Exteriores danés, y Finn Borch Andersen, director del servicio de seguridad e inteligencia danés, conocido como PET.
Los dos altos representantes daneses dijeron que "una agencia de inteligencia iraní" había planeado "un ataque en suelo danés". El ministro de Defensa, Samuelsen, condenó la actividad sospechosa calificándola de "completamente inaceptable". El director de PET, Andersen, dijo que un ciudadano noruego de ascendencia iraní había sido arrestado en Suecia el 21 de octubre y ahora estaba detenido en espera de su extradición a Dinamarca. El hombre arrestado es un empleado de inteligencia iraní, dijo Andersen, y fue descubierto realizando actividades de vigilancia contra un miembro prominente del grupo separatista iraní. El presunto objetivo era un miembro de la Lucha Árabe por la Liberación de Ahvaz (ASMLA), un grupo separatista que opera clandestinamente por una patria separada a favor de la minoría árabe de Irán. Aproximadamente el 2% de los iraníes (alrededor de 1,5 millones de personas) pertenecen a la población árabe étnica del país. Muchos de ellos se concentran en Juzestán, una región en el suroeste de Irán rico en petróleo que limita con el vecino Irak. Algunos de estos árabes étnicos buscan la autonomía de Teherán, al que ven como un régimen extraño. ASMLA representa el ala militante de la comunidad árabe separatista de Irán y tiene un historial de ataques terroristas en Irán. En septiembre pasado, el grupo se atribuyó la responsabilidad de un ataque armado contra un desfile militar en la ciudad de Ahvaz, un importante centro urbano en la región de habla árabe de Irán, que mató a 24 personas, incluidas algunas mujeres y niños. Posteriormente, sin embargo, un representante del grupo retiró la denuncia del ataque.
Sin embargo, varios funcionarios iraníes han negado las fuertes acusaciones del gobierno danés. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Bahram Qassemi, desestimó las acusaciones de Dinamarca como "falsas". Las acusaciones se describen como "un complot de los enemigos iraníes para dañar las crecientes relaciones de Teherán con los países europeos". A principios de este mes, Francia se apoderó de los recursos financieros de individuos descritos como espías iraníes después de acusar a Teherán de frustrar un ataque con bomba en París. La investigación condujo luego al arresto de seis personas en Francia, Alemania y Bélgica, que presuntamente planeaban llevar a cabo un ataque el pasado mes de junio contra la conferencia anual del Consejo Nacional de Resistencia de Irán (NCRI). El NCRI está dirigido por Mujahedin-e Khalq (MEK), un grupo militante con raíces en el islam radical y el marxismo, que Irán considera una organización terrorista.