Tres conceptos para entender el desafío de la Transformación Digital

(por Sandro Zilli, Gerente de Innovación - Resp. Observatorio AIDR para la Innovación y el Crecimiento Digital) Cualquier emprendedor, gerente o profesional, describiendo el sector en el que opera hoy, diría que la situación está "evolucionando", pero a menudo tan elogiado " el cambio "se percibe como algo que concierne ante todo a los demás. Con la transformación digital, hablar de cambios en el mundo empresarial parece casi una trivialización, pero este es un error que puede costar caro a quienes no pueden comprender su alcance y velocidad.

Son rápidos y disruptivos, lo que obliga a las organizaciones de todos los sectores a reconfigurarse si no quieren correr el riesgo de desaparecer.

Hace algún tiempo, la dibujante y escritora estadounidense Ashleigh Brilliant, sobre el cambio dijo:

"Algunos cambios son tan lentos que uno no los nota, otros son tan rápidos que no lo notan".

Esta cita da una buena idea de la realidad en la que operan hoy las organizaciones, cada vez más cambiante y esquiva.

En la era digital, ser receptivo y rápido es un aspecto decisivo, ya que el cambio afecta a todos los sectores y empuja a los negocios a nuevas dimensiones. Este fenómeno expande los límites tradicionales de las empresas, haciéndolas indefinibles en ocasiones y creando muchos problemas para aquellos competidores que no pueden adaptarse.

Para responder a los cambios impuestos por la transformación digital, las empresas se enfrentan a un punto de inflexión crucial: renovar su forma de hacer negocios desarrollando una visión diferente y un modelo operativo que integre cultura, personas, procesos de negocio y tecnologías habilitadoras.

Incluso una buena dosis de creatividad puede ser útil en este complejo escenario, para que podamos aprender a pensar fuera de la caja y guiar a las organizaciones a través de los obstáculos del cambio, yendo más allá de la visión, el rigor habitual y las disciplinas tradicionales de gestión.

Es lógico pensar que quienes han invertido en tecnología y desarrollo de habilidades en el pasado pueden tener una ventaja para responder a los cambios en las operaciones y los modelos comerciales. Lamentablemente, esto no es suficiente, sin embargo, ya que entre las principales habilidades que se requieren hoy en día de los gerentes, también está la capacidad de comprender y utilizar los datos, para captar pistas o señales débiles que puedan llevar a identificar las transformaciones en curso. En definitiva, deberán comprender el comportamiento del mercado, incluso los aparentemente inexplicables, para anticipar un futuro que ya comienza a manifestarse. ¡Ciertamente una tarea muy desafiante!

Para guiar a las empresas hacia el éxito, es fundamental conocer este “entorno” cada vez más complejo caracterizado por factores clave que se pueden resumir en tres conceptos fundamentales: Exponencial - Disrupción - Liderazgo.

Intentemos comprender mejor el significado de estas tres palabras y su impacto en el marco en el que operan las organizaciones.

Exponencial

Las organizaciones actuales, desde empresas hasta instituciones, tienen modelos organizativos que hacen referencia a estructuras jerárquicas, basadas en silos, con flujos de decisión de arriba hacia abajo. A menudo, se basan en la propiedad de los activos y están agobiados por la escasez de talento, recursos y plataformas tecnológicas. Prácticamente un esquema organizativo que se remonta al siglo pasado, una era de economías de escala, estabilidad y previsibilidad. Son asignaturas estructuradas de forma lineal y por tanto diametralmente opuestas al paradigma exponencial.

Debido a esta configuración lineal, es posible que la mayoría de las empresas no puedan mantenerse al día con los rápidos cambios que se están produciendo porque no están preparadas para responder eficazmente a las necesidades cambiantes de los clientes. Para seguir siendo competitivos en la discontinuidad de los mercados globales, es necesario, por tanto, una transición a un modelo exponencial innovador diseñado para un mundo más abierto y transparente, basado en la abundancia de datos, tecnologías, plataformas, información, que vuelve obsoleto e irrelevante. .basado en la escasez.

En la práctica, el desafío para las empresas ya no es el rendimiento, sino la relevancia, es decir, la capacidad continua de adaptarse a los cambios al repensar los modelos de negocio, sus operaciones y toda la experiencia del cliente.

Básicamente, hemos pasado de una empresa donde el principal activo era el capital, a una empresa basada en datos donde el principal activo son los datos. Las empresas que valen mucho hoy en día no son tanto las que generan flujo de caja, sino las que explotan la capacidad de administrar y utilizar datos para apoyar decisiones estratégicas, descubrir insights críticos, diferenciarse y crear las condiciones ideales para obtener un ventaja competitiva.

Una extensa investigación muestra que las organizaciones líderes en el mercado están cambiando cada vez más rápido: la vida media de las 500 mejores fortunas se ha reducido de 75 a 12 años. En los próximos diez años, se estima que el 40% de todas las empresas de Fortune 500 desaparecerán en beneficio de nuevas personas que sean más capaces de interpretar la era en la que se encuentran haciendo negocios. No hay duda de que en esta cuarta revolución industrial, aquellos que serán capaces de apalancar tecnologías de aceleración exponencial como Big Data, IoT, Inteligencia Artificial, Cloud, etc., tendrán éxito.

Y es precisamente el acceso a la información derivada de estas tecnologías lo que ahora posibilita nuevos modelos de negocio ganadores.

Interrupción

La "disrupción" es esa fuerza externa que crea una ruptura con el pasado y el status quo. Incluye todos los cambios que ocurren cuando las nuevas tecnologías cambian significativamente las reglas del negocio, la vida de las personas y la sociedad en su conjunto. Hablamos de tecnologías de vanguardia que influyen en el valor añadido, la propuesta de valor de los productos o servicios existentes y que son de gran interés en este momento. Ejemplos de ello son las startups como Uber, Spotify, Netflix, Airbnb que se han convertido, en pocos años, en grandes empresas de éxito mundial capaces de revolucionar sus respectivos mercados. Su intuición era explotar tecnologías de formas inusuales, creando modelos de negocio innovadores e implementando estrategias exitosas que las empresas tradicionales no habían considerado anteriormente. Emblemático es el cambio de paradigma de Netflix en comparación con Blockbuster. Algunos modelos de negocio, como Sharing y Gig economy, que antes se consideraban no aplicables porque no eran económicamente sostenibles, ahora se han convertido en realidades disruptivas y exitosas. Esto sucedió gracias a la acción de startups innovadoras que han sabido interpretar los cambios socioculturales y responder de manera ágil y oportuna a las expectativas del mercado. La disrupción puede manifestarse en cualquier momento, tanto dentro como fuera de una organización, en diferentes formas y modalidades, solo piense en los fenómenos del Brexit, el impacto del COVID-19, la entrada de tecnologías exponenciales, a la acción de los competidores o a los cambios en preferencias del cliente.

Sea cual sea el evento al que se enfrenta la empresa, cada vez es más necesaria la adaptación y la previsión.

Liderazgo

Los cambios de los que hemos hablado salen de la caja y reescriben nuevas reglas, comenzando con las personas, pasando por procesos y luego llegando a tecnologías habilitadoras. Es necesario ser consciente de que la innovación no se limita a la adopción de nuevas tecnologías, sino que se basa en el crecimiento cultural significativo de todo el capital humano para superar obstáculos y resistencias en el proceso de transformación.

Este paso es crucial porque el desafío que plantea la disrupción es la creación de un juego de equipo entre quienes tienen la tarea de definir los nuevos rumbos del negocio y quienes deben hacer efectiva y operativa la estrategia ”.

Para iniciar con éxito el proceso de transformación es necesario contar con líderes a bordo que tengan una visión estratégica y el deseo de arriesgar, no menos importante, que sean capaces de ver el producto a lo largo de su ciclo de vida. El liderazgo es la clave para dar saltos cualitativos en el sistema empresarial. Solo un líder orientado a la innovación y la creatividad es capaz de ver en el cambio nuevas oportunidades de lucro y éxito para toda la organización.

¿Qué debemos esperar del futuro cercano?

La ola de cambio es objetiva, concreta e imparable, porque está impulsada por la transformación del cliente, que ha desarrollado comportamientos digitales en todos los aspectos de la vida diaria. La clave del éxito será combinar la dinámica exponencial, la disrupción y el liderazgo con nuevas mentes, herramientas y nuevas habilidades.

La transformación digital permitirá modelos más ágiles y flexibles, capaces de simplificar y agilizar los procesos para dar respuesta a las necesidades del mercado o del cliente específico. Todo ello permitirá la creación de núcleos empresariales transversales, donde las personas podrán diseñar, decidir e innovar. En la práctica, ya no se hará referencia a procesos rígidos y jerárquicos, sino a procedimientos lean que eliminarán cuellos de botella y a cifras de referencia que permitan gestionar el proceso de principio a fin.

Este nuevo modelo será la única forma de abordar el antiguo problema de la falta de alineación entre las expectativas del mercado y las respuestas comerciales.

Por tanto, es evidente que hoy la diferencia respecto al pasado no la da la tecnología sino la mentalidad, las habilidades y los conocimientos digitales.

Esto rediseñará el rostro de las organizaciones y las cambiará drásticamente (como sucedió por ejemplo con Facebook, Netflix, Uber, Google), devolviendo la centralidad al activo más versátil e importante de todos: la inteligencia colectiva de su gente.

Tres conceptos para entender el desafío de la Transformación Digital