El gobierno de Estados Unidos planea imponer mayores restricciones a las visas y controles a los ciudadanos chinos que estudian en universidades estadounidenses, bajo sospecha de espionaje. La noticia surgió luego de la temida decisión de la administración del presidente estadounidense Donald Trump de prohibir a todos los ciudadanos chinos estudiar en universidades estadounidenses.
El Financial Times informó que la Casa Blanca se ha acercado a la decisión de imponer la prohibición, siguiendo la propuesta de Stephen Miller, escritor y asesor de Trump. Miller se hizo famoso por ser el iniciador de la Orden Ejecutiva 13769, la prohibición de viajar impuesta a ciudadanos de varios países, muchos de los cuales eran predominantemente musulmanes.
Según el Financial Times, Terry Branstad, el embajador de Estados Unidos en China, finalmente disuadió a Trump de imponer una prohibición a los estudiantes chinos.
Sin embargo, la administración Trump está considerando imponer controles más estrictos a todos los ciudadanos chinos que deseen estudiar en Estados Unidos. Reuters también escribió recientemente que las medidas se aplicarán a todos los estudiantes chinos que deseen inscribirse en programas académicos de pregrado y posgrado en los Estados Unidos. La agencia de noticias citó que un "alto funcionario estadounidense" informó que "ningún estudiante chino que venga a los Estados Unidos está vinculado al estatus de estudiante".
Todos tienen que pasar por un proceso de aprobación del gobierno. Reuters informó que el plan propuesto incluye una revisión exhaustiva de los registros telefónicos de los solicitantes y un análisis de su presencia en las plataformas de redes sociales. El objetivo sería verificar que los solicitantes no estén conectados con agencias gubernamentales chinas. Las agencias de inteligencia y aplicación de la ley de Estados Unidos proporcionarían información de contrainteligencia a los funcionarios universitarios.
Sin embargo, el esquema de control no es del agrado de muchas universidades estadounidenses, incluidas las élites escolares de la Ivy League, preocupadas de que puedan perder hasta $ 14 mil millones anuales en matrículas que ganan anualmente de más de 350.000 ciudadanos chinos.
El temor es que este último decida estudiar en otro lugar, en países como Canadá, Australia y Reino Unido. Reuters también dijo que muchas de las principales universidades de Estados Unidos comparten estrategias comunes para frustrar los planes de la administración Trump contra los estudiantes chinos.