Casi todos los países miembros de la ONU condenaron la violencia e invitaron a Teherán a moderarse, sin embargo, durante la reunión se elevó un coro en defensa del acuerdo nuclear internacional de Irán de 2015, repetidamente en la mira de la administración de Donald Trump. Tras criticar el desarrollo de misiles balísticos y el papel de Irán en el apoyo a los rebeldes yemeníes, el embajador británico ante la ONU, Matthew Rycroft, destacó que “el Reino Unido sigue plenamente comprometido con el Jcpoa (Plan Integral Conjunto de Acción) ”, o el acuerdo nuclear iraní. “Alentamos a todos los estados miembros - agregó - a respetar sus compromisos. Un Irán próspero y estable beneficia a todos ”.
Poner fin al acuerdo nuclear "representaría un enorme retroceso para la comunidad internacional", advirtió el representante francés en la ONU, Francois Delattre. 
“El acuerdo - dijo Delattre - representa uno de los hitos para la paz en Oriente Medio”. Las apelaciones en defensa del acuerdo se producen en vísperas de importantes decisiones que Trump tendrá que tomar sobre Irán, a partir de la próxima semana. El presidente deberá decidir si cumple con la parte del acuerdo que llevó al levantamiento de las sanciones al sistema bancario, al petróleo y al sector marítimo. Si optaba por la reintroducción de las sanciones a riesgo de colapsar el acuerdo, Estados Unidos se encontraría completamente aislado como surgió durante la reunión del CDS. La representante estadounidense en la ONU, Nikki Haley, nunca mencionó el acuerdo nuclear iraní, centrando su discurso en las protestas durante las cuales al menos 20 personas perdieron la vida y mil fueron arrestadas. Las manifestaciones fueron "una expresión espontánea de los derechos humanos fundamentales" contra un "gobierno opresor", atacó Haley. "El pueblo iraní gritó, piensa en nosotros", remarcó el representante estadounidense, citando algunas consignas durante las protestas en Irán. Rusia y China han pedido que Teherán resuelva sus asuntos internos; de lo contrario, según la lógica estadounidense, el Consejo de Seguridad también debería haber intervenido durante las protestas contra el racismo en Feguson, Missouri en 2014. y durante la ocupación de Wall Street en 2011.
