Hoy en Remstein en Alemania la cumbre occidental para decidir estrategias y nuevos suministros militares a Ucrania. Ayer, el vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia tronó: Dmitry Medvedev"La derrota de una potencia nuclear en una guerra convencional puede desembocar en el estallido de una guerra atómica".
Alemania, mientras tanto, vacila y no entrega los tanques Leopard. Polonia, España y Finlandia instaron a Alemania a entregar sus tanques alemanes a Kiev.
Volodymyr Zelensky, hablando a distancia en el Foro de Davos, se dirigió directamente al canciller alemán: “hay momentos en los que no debes dudar".
Scholz, por su parte, quiere negociar con los estadounidenses: enviar los leopardos a Ucrania solo y solo si los estadounidenses también les suministrarán los Abrams. Una propuesta que Washington no comenta y que a través de la prensa deja saber que los Abrams consumen demasiado y no se pueden utilizar en Ucrania porque requieren un mantenimiento específico con una cadena logística bien estructurada. Condiciones que, de momento, no se pueden garantizar en un teatro de guerra como el ucraniano.
El nuevo ministro de Defensa alemán, boris pistorius trató de diluir el verso de la historia y, durante la reunión con la contraparte estadounidense Lloyd Austin, destacó que Alemania y EE. UU. trabajarán hombro con hombro para contrarrestar la agresión militar rusa.
Sin embargo, EE.UU. quiere sacudir el conflicto y según el New York Times le están dando luz verde a Zelensky para recuperar Crimea, porque según el portavoz del Pentágono Sabrina Singh, “Es una parte integral de Ucrania y Kiev tiene todo el derecho de recuperarlo.".
Estados Unidos, escribe Repubblica, después de la cuestión de los tanques alemanes, quiere acelerar los suministros militares a Ucrania. Han lanzado un paquete de 2,5 millones de dólares para el suministro de munición para obuses y cohetes para los Himars, pero también un centenar de vehículos de carretera mecanizados Stryker y varios orugas Bradley. Combinados con los 14 tanques Challenger prometidos por Gran Bretaña, los Amx-10 RC franceses, los Marders alemanes y posiblemente los Leopard 2, que tienen la valiosa ventaja de disparar ágilmente en movimiento, les darían a los ucranianos la capacidad de penetrar las defensas fortificadas por los rusos.
La aceleración deseada por los estadounidenses para permitir a Kiev relanzar la ofensiva en las regiones orientales, ante la previsible contraofensiva rusa en primavera. Un avance en Zaporizhzhia pondría en peligro el puente terrestre construido por el ejército ruso para conectar con Crimea, allanando así el camino para que el ejército ucraniano recupere Crimea.