EE. UU., Reino Unido y Australia corren hacia lo hipersónico

Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia habían anunciado el 15 de septiembre el nacimiento del pacto AUKUS, un acuerdo en el ámbito de la defensa y no solo destinado a apoyar a Australia del excesivo poder chino en el área asiática. El pacto favoreció la adquisición de submarinos británicos en detrimento de los franceses, generando un fuerte resentimiento por parte del Elíseo.

Los tres países también acordaron cooperar en los campos de la inteligencia artificial y las tecnologías cuánticas. Ahora su mirada va más allá de un simple acuerdo regional porque están dirigiendo su atención a los misiles hipersónicos. Estos misiles, utilizados por primera vez por Rusia en Ucrania, viajan a velocidades sostenidas de Mach 5 a 10 y son difíciles de interceptar porque cambian continuamente su trayectoria de forma remota: actualmente no existen defensas antimisiles adecuadas.

Hay dos tipos diferentes. Misiles de crucero hipersónicos, como el Kinzhal ruso, desplegados en Ucrania el 18 de marzo, que funcionan con motores a reacción. Esos, por otro lado, se deslizan como el Avangard ruso y el DF-17 chino, que se instalan en cohetes y luego se lanzan largas distancias con un vuelo de planeo.

China, en esta tecnología en particular, ha superado académicamente a los Estados Unidos al graduar ingenieros que se especializan en hipersónicos, publicación de artículos científicos y construcción de túneles de viento hipersónicos.

El Pentágono realizó con éxito una prueba hipersónica a mediados de marzo después de varios fracasos anteriores.

América quiere, por tanto, hacerlo rápido para adquirir una capacidad no disponible hasta la fecha y por eso con Australia trabaja desde hace 15 años en un misil de crucero hipersónico lanzado desde el aire, el CIENTÍFICO, aprovechando el polígono de Woomera en el sur de Australia donde se encuentra uno de los túneles de viento hipersónicos más grandes del mundo. Australia tiene 7 túneles de viento hipersónicos.

Gran Bretaña está más rezagada, pero ha contratado a Sum de RollsRoyce, una compañía aeroespacial, para trabajar en los motores de los nuevos misiles hipersónicos de Aukus.

Esta evolución del pacto AUKUS destaca cómo los aliados occidentales se apresuran a unir fuerzas para contrarrestar la capacidad hipersónica de Rusia y China.

Estados Unidos y Gran Bretaña han compartido información sobre tecnología de propulsión nuclear con Australia desde febrero, pero la colaboración en otras áreas, que ahora también incluirán la guerra electrónica, podría permitir que otros socios chinoescépticos, como India o Japón, se unan a AUKUS en el futuro

EE. UU., Reino Unido y Australia corren hacia lo hipersónico