Un avión de pasajeros de Kazakhstan Airlines, un Embraer 190 con 70 personas a bordo, se estrelló cerca de la ciudad de Aktau, Kazajstán, durante un vuelo de Bakú a Grozny, Chechenia. El accidente ha dejado un balance aún confuso, con diferentes fuentes proporcionando datos contradictorios sobre el número de supervivientes.

Según el Ministerio de Emergencias de Kazajstán, inicialmente hubo informes de seis supervivientes. Sin embargo, fuentes médicas en el lugar del accidente hicieron una estimación más optimista, sugiriendo hasta 25 supervivientes. Los medios rusos, sin embargo, informan de que se han rescatado a 14 personas, cinco de las cuales se encuentran en estado crítico. 52 socorristas y 11 vehículos del Ministerio de Emergencias de Kazajstán intervinieron en el lugar para prestar ayuda y recuperar a los heridos.

Las primeras investigaciones indican que el desastre pudo haber sido causado por un choques con aves, es decir, una colisión con una bandada de pájaros. La aerolínea, citada por Sputnik Azerbaiyán, confirmó esta hipótesis, pero se están realizando más controles. Se llevará a cabo una investigación especial para establecer las causas exactas del accidente.

El incidente provocó conmoción tanto en Azerbaiyán como en Kazajstán. Las autoridades locales han manifestado su cercanía a los familiares de las víctimas y han asegurado que arrojarán luz sobre el incidente. Mientras tanto, la atención sigue centrada en los supervivientes y las condiciones de los heridos más graves.

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