La “victoria mutilada” de Italia sobre Francia por los lanzadores espaciales

Adolfo urso, recién llegado de su mandato en el espacio, participó el pasado martes en la reunión ministerial de la ESA en París junto a los representantes de los gobiernos europeos para apuntalar las estrategias y programas de inversión en políticas aeroespaciales para los próximos tres años.

Un nuevo desafío, sí espacio, está atrayendo a los países que más que los demás están invirtiendo y dedicando sus propios recursos   estrategias nacionales. Entre los programas que se estaban evaluando destacaba el de lanzadores donde Italia cuenta con una posición mundial de prestigio y donde el objetivo es invertir cada vez más en el desarrollo de economía espacial. En este nicho de sector ocupamos actualmente el séptimo lugar mundial por gasto comprometido y el quinto después de Estados Unidos, Francia, Japón y China por recursos dedicados a la innovación.

Francia, en lanzamientos, ha sentido una nueva salida para revitalizar la economía nacional al anunciar el desarrollo del proyecto el año pasado. Maia, un pequeño lanzador reutilizable fabricado por el gigante franco-alemán Grupo Ariane. Un programa que, sin embargo, entró de pierna derecha con el italiano, el más famoso y utilizado Vega, Fabricado por Avio basado en Colleferro en la provincia de Roma.

Siguiendo los acordes que descienden de Tratado del Quirinal Italia y Francia habían acordado que la comercialización de los lanzadores se encomendara exclusivamente a Arianspace, que a su vez es propiedad de Grupo Ariane. El anuncio se produjo poco después de la firma entre el entonces ministro de Innovación, Vittorio Colao, y su homólogo francés, Bruno Le Maire: el acuerdo se refería al desarrollo conjunto de los lanzadores y, en particular, de los modelos. Ariane 6, utilizado para poner satélites en órbita alta, e vega c, utilizado para satélites pequeños y medianos en órbita baja.

El ambicioso acuerdo ha permitido a laEsa administrar 1,3 millones de Pnrr italianos destinados al espacio, por iniciativa del propio exministro Colao. Una elección considerada por muchos perversa porque podría haber permitido que Francia pudiera aprovechar los fondos destinados, en cambio, a Italia.

Una solución provisional había sido propuesta por Mario Draghi, quien había pedido a Francia que involucrara a la industria italiana en la creación de la proyecto maya, a fin de desarrollar juntos una alternativa a la halcón di Elon Musk. Las solicitudes del entonces primer ministro italiano no fueron atendidas.

Roma, hoy, necesitaba una solución rápida porque con la ley de presupuestos habría tenido que destinar fondos para contribuir a los proyectos de la ESA con un presupuesto de 2,8 millones para los próximos cinco años. Parte de este dinero proviene de los recursos anuales ya disponibles para elAgencia Espacial Italiana – ASI – y otros fondos de reserva, pero la ley de presupuesto que se aprobará a fin de año debe bloquear otros mil millones para los próximos tres años.

A lo largo de los meses, sin embargo, Francia nunca ha contemplado ninguna posibilidad de convergencia, al contrario, hasta el martes pasado, amenazó con "no financiar el proyecto Vega-E producido por Avio".

La respuesta italiana no se hizo esperar, amenazando, a su vez, con cancelar los fondos nacionales a favor de la P-120, el motor de cohete que pondrá en órbita el lanzador de fabricación transalpina Ariane 6. Il Foglio informó la respuesta francesa: “Pero podemos financiar eso por nosotros mismos”.

Un sello al hecho de que el enfrentamiento se estaba intensificando más allá de lo creíble.

por suerte Adolfo urso tuvo una entrevista con el francés muy temprano el miércoles por la mañana Bruno Le Maire, Ministro de Economía que desde hace años dirige la delegación Aeroespacial. Al parecer reajustaron la pregunta llevándola de vuelta a la razonabilidad, tanto que al final de la reunión Urso habló de un "reunión decisiva".

Después de unos minutos el presidente Melones Anunciado: "En París salvaguardamos los intereses de los lanzadores Vega construidos por Avio en el sector de los lanzadores".

pero era uno victoria mutilada porque, como informa Il Foglio, de los casi 40 millones que había prometido París sobre el proyecto coordinado por Avio, Le Maire concedió solo 13, con un déficit cubierto en parte por el compromiso español. “Por lo tanto, los fondos Pnrr financiarán la construcción de 'nuestro' mini lanzador construido por Avio“, explicó Urso.

El ministro de economia Giancarlo Giorgetti había puesto a disposición de Urso para la Ministerial de la ESA, casi 3 millones, se ha gastado todo: 2,8 millones, quedan 817 millones por destinar. Italia también tuvo que confirmar los más de 80 millones a favor de los proyectos franceses.

La única nota positiva es que el acuerdo podría conducir a un regreso a Italia porque la mayoría de los componentes del P-120 serán producidos por la propia Avio, en la planta de Colleferro. Al final de la ministerial hubo una declaración conjunta de Urso y Le Maire, junto con el vicecanciller alemán Robert Habeck.

https://www.youtube.com/watch?v=IGBK5JISF1Q

La “victoria mutilada” de Italia sobre Francia por los lanzadores espaciales