caos sudan

"Detente, acaba con el conflicto“. Este es el llamamiento unánime a Sudán de la ONU, la UE, EE. UU., la Unión Africana, la Liga Árabe y Rusia.

El balance de enfrentamientos entre las fuerzas armadas y las Rapid Support Forces (RSF) sigue empeorando en Sudán: al menos 56 personas mueren y unas 600 resultan heridas, según ha declarado en Twitter el Comité Central de Médicos sudaneses. En la capital Jartum hubo 25 muertos y 302 heridos. Entre las víctimas hay tanto civiles como soldados. 

Después de varios golpes, se esperaba un lento proceso hacia la democracia, en un país azotado por las distintas guerras y los horrores cometidos en Darfur.

La contienda para gobernar el país es entre dos generales: Hemet, comandante de las paramilitares Fuerzas de Respuesta Rápida – RSF – e Abdel Fattah al Burhan, jefe del ejército soberano y de una junta de gobierno provisional.

La transición de un gobierno militar a uno liderado por civiles se basó en el acuerdo marco firmado el 5 de diciembre del año pasado. El descontento se prolonga desde hace meses debido a la reforma militar con el ejército sudanés que quisiera integrar a las RSF en sus filas ya dentro de dos años mientras que Hemeti quisiera ponerse a disposición de una autoridad civil en un proceso más lento.

Los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido ahora intentan tomar el poder para empobrecer al ejército pseudo-regular y así llegar a una negociación.

Las Fuerzas Armadas de Al Burhan informaron ayer por la noche que habían retomado zonas vitales de la capital y que la situación estaba a punto de resolverse.

La historia cuenta que en 2019, las manifestaciones contra el alto costo de vida y la búsqueda de la democracia llevaron a la caída de Omar al-Bashir, otro general, en el poder durante 30 años.

Desde Darfur comienza el ascenso de Hemeti que con sus fuerzas de intervención rápida apoya las manifestaciones de 2019 fuertes de su ejército que desde 2009 tras una serie de conflictos ha llenado cada vez más espacios de poder y monopoliza las montañas llenas de oro. Suficiente para convertirse en el comerciante de oro más rico de Sudán. Hemeti gracias al oro mantiene excelentes relaciones con Egipto e Israel.

El otro general Hemeti, en cambio, tiene vínculos con Emiratos y los paramilitares del grupo Wagner ruso.

En Sudán hay unos 150 italianos con algunos menores. La unidad de crisis de Farnesina ha advertido a los italianos que no salgan de sus casas. Incluso la sede diplomática en Sudán fue alcanzada por disparos.

"El gobierno italiano sigue con preocupación los acontecimientos en curso en Sudán y se une a los llamamientos de la ONU, la UA y la UE para poner fin a los combates en Jartum y en otros lugares, por la seguridad del pueblo sudanés y evitar más violencia. Por lo tanto, llama a las partes involucradas a abandonar el camino de las armas y retomar las negociaciones que comenzaron hace algún tiempo, para que el pueblo sudanés exprese sus opciones en el contexto de un proceso electoral. La violencia solo conduce a más violencia". lee una nota publicada por Palazzo Chigi.

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