(por Martina Maria Bafile) “Nunca olvidaré aquel baile en las Tullerías donde apareció medio desnuda como una diosa de la antigüedad […]. Precedida por el conde Walewski y dando el brazo al conde de Flamarens […] llegó a las dos de la madrugada, inmediatamente después de que la emperatriz se hubiera retirado, y provocó un tumulto indescriptible”. (Arrigo Petracco El amante del emperador. […]
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